Ale Álvarez, psicólogo.

Ale Álvarez, psicólogo.

Estilo de vida

Ale Álvarez, psicólogo: "Las personas con ansiedad tienen una característica que se llama intolerancia a la incertidumbre"

Los trastornos de ansiedad presentan síntomas tan diversos, tanto mentales como físicos, que puede ser complicado identificarlos.

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La ansiedad es una emoción normal que se experimenta en situaciones en las que el sujeto se siente amenazado por un peligro externo o interno. En España, es el problema de salud mental más frecuente y afecta al 6,7% de la población con tarjeta sanitaria, es decir, que podrían existir muchos más casos y todavía no estar diagnosticados.

A pesar de los escalofriantes datos, entre el 35% y el 50% no recibe ningún tratamiento para su afección, o no es el adecuado. Las personas desarrollan un estilo de vida en torno a la ansiedad y sus ataques, en la cual los síntomas no son más que una parte habitual de su rutina —si es que saben identificarlos—.

La realidad en torno a la ansiedad es que presenta síntomas tan diversos que puede ser complicado identificarlos como parte ajena a una simple personalidad o a un momento concreto. Según los expertos como Alejandro Álvarez, a pesar de la individualidad de todos ellos, existe uno que se repite constantemente, y es la intolerancia a la incertidumbre.

Qué es la intolerancia a la incertidumbre

La ansiedad es un mecanismo de defensa natural del organismo frente a estímulos externos o internos que son percibidos como amenazantes o peligrosos.

Este mecanismo universal tiene la importante función de movilizarnos frente a situaciones que consideramos preocupantes, y así mantener nuestro organismo alerta y dispuesto para intervenir frente a estos riesgos y amenazas, para que no se produzcan, o se minimicen sus consecuencias.

Sin embargo, a pesar de entenderse como una respuesta natural del cuerpo humano, la ansiedad puede convertirse en un problema cuando es desproporcionada y demasiado prolongada para el estímulo desencadenante. En estos casos, lo ideal es acudir a un profesional o, tratar de comprender los síntomas para anticiparnos a ellos.

Y aunque la gran mayoría de esos síntomas pueden variar considerablemente de una persona a otra, existe un rasgo que suele repetirse entre quienes la padecen: la intolerancia a la incertidumbre.

Según explica el psicólogo clínico Alejandro Álvarez, esta característica implica "no tolerar no saber qué va a pasar".

El cerebro humano, naturalmente, busca anticiparse a los hechos. Saber qué va a pasar después nos da sensación de control y seguridad, que, a su vez, nos permite estar tranquilos.

Sin embargo, en personas con ansiedad, esta sensación se intensifica al punto de que el simple hecho de no tener una respuesta clara o inmediata puede detonar "una catástrofe".

"Cuando no sabemos qué va a pasar nuestro cerebro nos hace un trato. Nos dice, '¿así que tú no sabes qué va a pasar? No te preocupes, te lo digo yo' y, entonces, pone el peor escenario posible en la mente y nos dice 'ahora ya no tienes incertidumbre, ahora tienes un pensamiento catastrófico'", explica Álvarez.

En lugar de calmarnos, nuestro cerebro propone un escenario catastrófico, el peor desenlace posible, como forma de eliminar la duda. En realidad, se trata de un mecanismo de protección, ya que elimina nuestra incertidumbre, pero, nos introduce en un estado de ansiedad y nervios que empeora la situación.

Este tipo de funcionamiento mental tiene consecuencias muy importantes. Las personas con ansiedad pueden vivir atrapadas en la intolerancia a la incertidumbre y, por tanto, en un estado constante de alerta ante peligros que, en la mayoría de los casos, nunca son ciertos.

"Hay que aprender a amigarse con la incertidumbre, a entender que lo incierto no siempre es negativo, para poder empezar a vivir de una manera más tranquila", indica el psicólogo. No se trata de eliminar todos los miedos, sino de cambiar la percepción que tenemos de ellos, y comenzar a vivir con más confianza.