
El presentador Jordi González en un acto público en Madrid, en septiembre de 2023. Gtres 6g406v
Jordi González, el hombre que blindó su vida privada pese a hablar de la de los demás: su núcleo duro y otra dolencia 3k72v
Según confirma EL ESPAÑOL, sólo unos pocos amigos y algunos responsables de TVE conocían que Jordi ha estado a punto de morir a causa de una bacteria. 1a16b
Más información: Jordi González, a punto de morir por una bacteria: "Ha estado tres semanas en coma, dos meses sin salir de una UCI" 6y2b2k
Jordi González (62 años) ha vuelto a nacer. No es una forma de hablar o una expresión cargada de literatura: es la pura realidad. A causa de una bacteria, Jordi ha estado a punto de morir. Llevaba cinco meses sin sentarse en el sofá del espacio D Corazón, en TVE, donde su público lo había vuelto a disfrutar después de su salida de Mediaset.
Demasiado tiempo. La pregunta que sobrevolaba los pasillos de, al menos, dos cadenas de televisión, era obligada: dónde está y qué le ha pasado. Jordi González es un hombre muy discreto, que siempre ha protegido con especial celo su vida privada. También hay que puntualizar, en honor a la verdad, que jamás ha comercializado con su intimidad.
Nada se sabe, por ejemplo, de su parcela sentimental; si alguien ocupa su corazón. Silencio sepulcral. Una determinación, la de echar cuatro candados a ese lado íntimo, que contrasta, en parte, con su profesión: él ejerce de presentador de programas de crónica social, en los que se abunda en cuestiones personales, sin que se cruce ese límite con él.

Jordi González en un acto público en Madrid, en diciembre de 2023. Gtres
Lo ha conseguido y se ha ganado el respeto de todos. Ahora, volviendo a su bache de salud, Jordi González ha relajado su reserva y, tímidamente, ha entreabierto la puerta de su privacidad para sincerarse con su público: "He estado más allá que acá. (...) He estado muy mal, verdaderamente mal", cuenta en Semana. Ha tenido que volver a aprender a andar.
Un drama del que, tal y como confirma EL ESPAÑOL, tan sólo tenían constancia poquísimos amigos -de esa selecta red de la que puede presumir el catalán-, y algunos responsables de TVE, la cadena que lo tiene, a día de hoy, contratado. Jordi pidió encarecidamente que nada trascendiera; que si algo había que contar, sería él quien lo hiciera. Y todos lo secundaron.
Hoy, Jordi está prácticamente recuperado de todo. Ha estrenado no sólo segunda vida, sino también casa en Madrid. Así, renovado, atiende a la publicación dirigida por Jorge Borrajo. Todo comenzó el pasado Día de Reyes. Jordi se coge un tiempo de vacaciones y se va a su segunda casa, donde un día pretende jubilarse: Medellín.
"Cuando volaba a Santa Marta empecé a sentirme mal. Muy cansado, con los ojos irritados, me costaba incluso subir escaleras. (...) Al día siguiente, empecé a sentirme mal. (...) Un médico fue a visitarme a casa. Ese médico determinó que tenía que ingresarme urgentemente. (...) Estaba suturando muy poco oxígeno en la sangre", relata en la citada publicación.

El presentador catalán, durante la presentación de un programa de televisión, en 2020. Gtres
"Me estuvieron haciendo pruebas y vieron que era a consecuencia de una bacteria. Me pusieron antibiótico en vena durante muchos días, pero la fiebre no bajaba y cada día estaba peor. Así que tuvieron que inducirme al coma. (...) Lo que yo tenía era una bronconeumonía bilateral, que es la enfermedad que ha matado al Papa Francisco", agrega.
Para apostillar: "La bacteria que cogí tiene un índice de mortalidad del 70 por ciento. (...) Nos llegaron a decir que estaban convencidos de que no salía adelante. Dijeron que avisara a la familia para que viajaran a Colombia para despedirse. (...) Me trajeron a España en un avión con equipamiento médico y acompañado en todo momento por un médico".
Sostiene Jordi que ahora le parece más bella la vida, que tiene ganas de seguir por permanecer en ella. Y se está empleando a fondo para ello. Según conoce EL ESPAÑOL, se está tomando muy en serio las pautas que le mandan los médicos, y en esa línea ha tomado la determinación, como desliza en Semana, de no volver de momento a la televisión.
"A día de hoy te diría que, si pudiera escoger qué hacer a partir de septiembre a nivel laboral, me encantaría hacer radio otra vez", manifiesta González. En otro orden de cosas, este medio se interesa por una cuestión concreta: ¿cómo trata el amor a Jordi? Su entorno, educado y respetuoso, guarda silencio cómplice.
Desliza a modo de reflexión: "En estos tiempos en que todo se mezcla y ya ni se sabe qué es cada cual, si presentador o personaje de revista, creo que perfiles como el de Jordi se agradecen. ¿Por qué no se entiende que no siempre hay que vender con quién duermes?". Se ha escrito algo de los posibles amores de González, pero siempre en el terreno del rumor.
Resurgir profesional f1v47

Jordi González, en la presentación de 'GH VIP', en 2019. Gtres
Desde su salida de Mediaset España, Jordi González ha mantenido un perfil bajo en la televisión, aunque su presencia sigue siendo sinónimo de experiencia y carisma. Tras años de éxito en programas de entretenimiento y debate, el presentador catalán ha optado por una trayectoria más pausada, alejándose del foco mediático y seleccionando con precisión sus apariciones en la pequeña pantalla.
Su última etapa televisiva ha estado marcada por su participación en TVE, donde ha conducido espacios como D Corazón, junto a Anne Igartiburu. En el ámbito personal, Jordi González siempre ha sido extremadamente discreto. A lo largo de los años, ha evitado exponer su vida amorosa, manteniendo un hermetismo absoluto sobre sus relaciones sentimentales.
Aunque se le ha vinculado con algunas figuras del mundo del espectáculo, nunca ha confirmado ni desmentido rumores, prefiriendo que su vida privada permanezca alejada de los focos. Su estilo reservado ha sido una constante en su carrera, lo que ha generado aún más curiosidad sobre su faceta más íntima.
A pesar de los desafíos recientes, González sigue siendo una figura respetada en la televisión española. Su regreso a la pantalla aún es incierto, pero su legado como comunicador permanece intacto. ¿Volverá con nuevos proyectos o preferirá seguir disfrutando de su vida lejos del bullicio mediático? Sólo el tiempo lo dirá.