
La cirugía de cataratas suele durar entre 10 y 15 minutos. xx1t
Radiografía de la cirugía más frecuente en España (y en el mundo): una operación cada 52 minutos i1c7
Tras una importante disminución de las intervenciones en el año de la pandemia, las operaciones de cataratas han crecido hasta realizarse 600.000 el pasado 2023. 2ze5h
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Lo que recuerda Isabel de la operación de cataratas a la que se sometió hace unos años es la espera previa. Porque la cirugía fue tan rápida que apenas se dio cuenta. "Estuve esperando un buen rato con la bata puesta. Después me llamaron, me sentaron en una camilla, no me pusieron anestesia general, solo tenía que estarme quieta y, cuando me quise dar cuenta, ya estaba fuera".
En 2023, casi 598.655 españoles pasaron por esa experiencia fugaz que es la operación de cataratas, según las cifras recogidas por el Ministerio de Sanidad a través del Conjunto Mínimo Básico de Datos.
Aproximadamente, se realizó una cirugía de cataratas cada 52 segundos.
La cifra ha oscilado en torno al medio millón anual en la última década, con un bajón el año de la pandemia (389.620 intervenciones). Pero en 2023, último año con datos completos, marcó un nuevo récord, superando en 60.000 intervenciones la cifra de 2022.
"Es la cirugía que se hace con más frecuencia en el mundo", explica Julián García-Feijóo, jefe del Servicio de Oftalmología del Hospital Clínico San Carlos, en Madrid, que explica que el auge en España no solo tiene que ver con el envejecimiento de la población (el 70% de los mayores de 70 años tiene cataratas) sino con la demanda por tener una mejor visión.
"La calidad visual que exigía una persona hace 40 años no es la misma que exige ahora", explica a EL ESPAÑOL. "Por ejemplo, alguien con cierta edad que no quiere dejar de conducir opta por operarse. Al final, la falta de visión y las ganas de pasar por un quirófano son algo subjetivo: una persona de 55 años con un 80% de la visión querrá operarse con un grado de catarata leve".
Si no tiene una complicación adicional, la intervención en sí dura entre 10 y 15 minutos. "Por lo general, puedes hacer dos o tres en una hora. Nosotros, con tres quirófanos mañana y tarde, hemos llegado a hacer 60 en un día".
No deja de sorprender que parezca tan sencillo un procedimiento que suena bastante espectacular a priori: mediante ultrasonidos o láser se elimina el cristalino, la lente natural del ojo que nos ayuda a enfocar y que con el tiempo pierde transparencia. Seguidamente, se hace una incisión en el ojo de entre 1,5 a 2,5 mm y se coloca una lente intraocular, que muchas veces va graduada, lo que evita usar gafas al paciente.
"El láser lo llevamos usando desde hace 10 o 15 años, los ultrasonidos se remontan a los años 90", explica García-Feijóo. "Ha habido diferentes generaciones de aparatos, cada vez con una mayor eficiencia, pero se trata de una cirugía muy estandarizada y, para el 90% de las cataratas, muy satisfactoria".
A pesar del alto número de operaciones de cataratas que se hacen en nuestro país, España no está ni de lejos entre los primeros lugares de Europa en tasa de intervenciones por 100.000 habitantes.
Según cifras de 2022 recopiladas por el servicio estadístico de la Unión Europea (Eurostat), España estaba, con 1.044 cirugías por cada 100.000 personas, en el puesto 15 de la UE, por detrás de Francia, que ocupa el primer lugar con 1.493, y de países como Estonia, Suecia, República Checa o Alemania, y ligeramente por delante de Italia y Portugal.
La demanda, con todo, sigue aumentando. A pesar de ser, con diferencia, la intervención más frecuente en España, también es la que más personas tiene en lista de espera. A 31 de diciembre de 2024, había 122.270 pacientes esperando ser intervenidas del cristalino. La media de espera era de 69 días.
Pese a ello, estas cifras han mejorado respecto a 2023, cuando había 7.278 personas más en lista y, de media, tenían que esperar 9 días adicionales, hasta los 78.
El número de personas en lista de espera triplica el de la siguiente intervención más frecuente, la hernia inguinal o crural, si bien, de entre las principales intervenciones que se realizan dentro del sistema nacional de salud, es de las que menos tiempo de espera contabiliza, pues la media está en 96 días.
Como siempre ocurre en nuestro país, la situación es desigual entre las comunidades autónomas. Cataluña y Andalucía son las que tienen más personas en espera para la cirugía en términos absolutos, si bien su tasa por 100.000 personas (2,97 y 2,42 pacientes, respectivamente) está muy por debajo de territorios como Aragón (5,83), Cantabria (4,7) o Asturias (4,33).
El tiempo medio hasta la intervención también es muy variable. Madrid y Castilla y León son los más reducidos: 42 y 44 días, respectivamente. En cambio, Melilla (106), Castilla-La Mancha (112) y Aragón (116) son las únicas regiones que superan los 100 días de espera.
El gran número de cirugías y el poco tiempo que suelen necesitar hacen temer a García-Feijóo que se banalice. "Parece que es casi como irte a cortar el pelo, cuando necesita un tiempo de recuperación y puede tener complicaciones: aunque en el 99% de las ocasiones es muy satisfactoria, no todo el mundo queda bien y puede llegar a perderse el ojo", advierte.
No tiene contraindicaciones generales, salvo si el estado del paciente es muy malo, la catarata es secundaria a un traumatismo y las fibras de soporte pueden estar dañadas, entre otras.
No obstante, el jefe de Oftalmología del Clínico San Carlos apunta que, de cara a un futuro cercano, van a llegar máquinas más eficaces que consigan un impacto en el ojo mucho menor, a lo que se unirán mejores lentes intraoculares.
"De cara a los próximos 20 a 25 años veremos automatizarse la cirugía, va a ser cada vez menos dependiente del hombre, con sistemas de ayuda que permitirán que la precisión de la cirugía sea todavía mayor. ¿Y en medio siglo? Probablemente esté completamente robotizada", aventura.