COAG culpa del ERE a la "suicida política empresarial" del grupo británico que lidera Azucarera: "Reventó los pactos" 3m1n12

El Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que ha desembocado en el cierre de la planta de La Bañeza (León) y el cese de la molturación de remolacha en Miranda de Ebro (Burgos), con casi 200 despidos en Castilla y León, ha levantado una enorme reacción política y social. Ahora, COAG culpa a la "suicida política empresarial" del grupo británico que lidera la empresa.

"Reventó los pactos con los agricultores por atender sus intereses", desvelan desde COAG sobre las acciones llevadas a cabo por la filial de la Associated British Foods (ABF). Y es que para la organización agraria todo esto es la "crónica de una muerte anunciada", asegurando que es la "idea" compartida por "muchos remolacheros y por la mayoría de las personas que siguen la actualidad del sector".

Aunque la empresa ha justificado el ERE con el aumento de los costes de producción, la bajada de precio del azúcar por las exportaciones desde Ucrania y la pérdida de superficie de siembra, desde COAG precisan que este último punto tiene un "origen claro en los precios de ruina que este año ha ofertado Azucarera para la contratación de remolacha".

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"Si a los cultivadores no les salen las cuentas, no van a cultivar", han explicado. Desde la organización han recordado que tradicionalmente el sector había "fraguado un sistema propio de organización basado en Acuerdos Marcos Interprofesionales (AMI)" bajo el "convencimiento de ambas partes" de que "se necesitan mutuamente".

Sin embargo, han asegurado, desde la llegada de ABF comenzaron a "poner en cuestión" dicho sistema, hasta llegar a "cargárselo definitivamente". "La inexistencia de una herramienta como el AMI ha imposibilitado que ante situaciones excepcionales como las que ahora confluyen se haya podido buscar alguna alternativa negociada con el sector para mantener la superficie de siembra", han denunciado.

Y todo esto a pesar de que las gestiones de las organizaciones agrarias con las istraciones públicas se lograron "importantes recursos para el mantenimiento del cultivo". De esta forma, han manifestado que "queda en evidencia el poco valor que tiene que las grandes industrias consigan el parabién de la istración cuando los apoyos institucionales no llevan aparejados compromisos".

En este contexto, han lamentado que Azucarera fulminase los acuerdos para "hacer y deshacer lo que considerasen más oportuno para sus propios intereses sin la 'molesta' participación y vigilancia de las organizaciones agrarias".

"Fomentó un modelo de 'cultivo compartido' con resultados negativos desde el punto de vista agronómico e impuso un sistema de remuneración que tenía en cuenta la variabilidad del precio internacional del azúcar, pero solo cuando estaba en niveles bajos, para justificar la bajada del precio al remolachero", han incidido.

Desde COAG Castilla y León han asegurado su "apoyo y solidaridad" a los afectados y han mostrado su confianza en que la negociación dé como fruto una "salida digna" a quienes abandonen la actividad.

"Hay que hacer hincapié en que los agricultores serán también grandes damnificados por la pérdida de un cultivo estratégico para las rotaciones de regadío, que ahora ven limitadas sus alternativas de siembra", han precisado.

Por último, han pedido a la empresa y las istraciones el impulso de un plan de reindustrialización ligado a la agroindustria para las zonas más afectadas, La Bañeza y Miranda de Ebro, que junto a los trabajos que estén asociados a las mismas, permitan "también el desarrollo de una agricultura que siga proporcionando riqueza y población al medio rural".