
Vista aérea de Marín Concello de Marín 33b1g
Los 10 mejores planes y cosas que ver en Marín de visita e3y4q
Una villa costera de gran belleza que merece un viaje por impresionante patrimonio histórico y natural, con playas idílicas de arena fina y aguas de color esmeralda 2o3c49
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Marín es un destino de referencia en las Rías Baixas por su amplia oferta de actividades al aire libre, tanto acuáticas como de tierra, y por su deliciosa gastronomía, cuya materia prima sale del mar: pulpo, centollos, nécoras, mejillones y un larguísimo etcétera. Tiene una población aproximada de 24.100 habitantes y una superficie de 36,68 km cuadrados, en la que se mezclan núcleos rurales y urbanos.
Para llegar a Marín desde Pontevedra hay que recorrer los 8 kilómetros que separan ambos lugares por la autopista. Desde la ciudad del Lérez se llega por la PO-11 o la VG-4.4, con una duración de inferior a 20 minutos, respectivamente. La ruta más rápida desde Vigo es por la AP-9 (25 minutos) y saliendo desde Ourense por la A-52 (1 hora y 25 minutos).
¿Qué se puede hacer en Marín? Te contamos los diez imprescindibles de este bello municipio pontevedrés.
1. Adentrarse en el casco histórico 35l5x

Casco histórico de Marín (Foto: turismo.gal)
Marín es una villa costera de la ría de Pontevedra que esconde un casco histórico muy interesante. Real y Echegaray son calles de visita obligada, al igual que las plazas del Reloj y de Abastos. La Alameda y sus concurridos jardines merecen una vista; también el llamado Templo Velo, así como importantes muestral del románico como Santa María del Campo y Santo Tomé de Piñeiro.
2. Completar la 'Ruta de los Cinco Miradores' 5p3p44

Mirador da Moreira, Marín.
La 'Ruta de los Cinco Miradores' es un itinerarios circular de alrededor de 10 kilómetros y baja dificultad, por lo que resulta ideal para disfrutar con niños. Discurre por algunos de los puntos más emblemáticos de la villa de Marín y sus principales balconadas naturales, con es interpretativos que ofrecen una visión diferente de los valores estratégicos de la economía e historia de la localidad.
El sendero parte en los alrededores de la plaza de España y se encamina hacia la playa de Portocelo, en la que se ubica la primera gran ventana a la ría de Pontevedra. La siguiente parada traslada al visitante a los petroglifos de Mogor; continúa hasta el Embalse de Aguas y después empieza a ascender con dirección al Cruceiro do Vento. El último tramo atraviesa varios lugares emblemáticos de Marín, entre ellos la Capilla de Sete Espadas, el Casto de Subidá o el Monte de Penizas.
3. Visitar la isla de Tambo q5e1p

Panorámica de la isla de Tambo.
Durante décadas, la isla de Tambo ,que pertecene a Poio y está muy cerca de Marín, ha sido uno de los secretos mejor guardados de la ría de Pontevedra. Su superficie apenas alcanza las 28 hectáreas y una altura máxima de 80 metros en el Monte San Fagundo. Los relatos más antiguos y recientes del archipiélago se entrelazan entre el mito y la realidad, dando lugar a historias fascinantes de las que todavía quedan rastros visibles.
Entre los principales atractivos del lugar destacan las ruinas del viejo lazareto (hospital o edificio similar); los restos de la iglesia de San Miguel y varias construcciones de uso militar que todavían mantienen en pie varias de sus estructuras. La isla estuvo habitada al menos desde el siglo VI, y un siglo más tarde, sería ocupada por un monasterio benefictino. Desde la apertura de la Escuela Naval Militar en 1943, hasta el año 2002, la isla de Tambo albergó en su interior un aresnal militar.
Un dato curioso es que este pequeño archipiélago sirvió como campo de maniobras a la Armada Española. A lo largo del citado periodo se construyeron varios barracones, una cantina a pie de playa así como un polvorín subterráneo de la Marina que todavía hoy conserva su estructura. La isla de Tambo se puede visitar en temporada estival. Hay una salida al día desde Combarro. La ida es las 10:45 horas y la vuelta a las 14:00 horas.
4. Adentrarse en la Granja de la Costa 3e5w20

Parque de los Sentidos
La Granja de Briz, más conocido como el Parque de los Sentidos, es un espacio ideal para pasar un día con niños al aire libre en Marín. Dispone de varios toboganes, una amplísima zona de juegos, instalaciones de escalada para los más pequeños de la casa y merenderos. También cuenta con varias "esculturas" talladas en los árboles, creadas por Marcos Mariño, que merece la pena conocer.
Un apunte extra sobre este curioso parque que despierta los 5 sentidos: en el siglo XIX pertenecía a los monjes de Oseira y era conocido como la Granja de la Costa. Aunque a día de hoy el único Monasterio de Oseira que nos suena se encuentra en Cea (Ourense), la orden que aquí vive tuvo muchas tierras durante la Edad Media. Una de las pertenencias más lucrativas de estos monjes fue la villa de Marín y su puerto, al completo.
5. Descansar en playas de arena fina y fondos limpios 54d4p

Playa do Santo, en Marín.
Las playas son el gran atractivo de Marín. Sus arenales son tranquilos, de aguas cristalinas y color esmeralda. Portocelo está a poco más de un kilómetro del centro urbano de la villa, mientras que Mogor, quizás una de las playas más populares, destaca por sus recursos rupestres, con uno de los conjuntos de petroglifos más singulares de Galicia. Aunque después hablaremos de ellos, los Laberintos de Mogor son tres enclaves rocosos unidos por una senda de caminos y pasarelas que permiten su visión desde lo alto.
Completan el listado las playas de Loira, de Santo do Mar y A Coviña. Este último arenal, que une en realidad dos playas logrando 350 metros de costa, es perfecto para los que busquen paz y tranquilidad. Su mayor encanto, junto al silencio, es que en los días de marea baja se puede acceder a pie a la isla de San Clemente, un pequeño islote que alberga una pequeña capilla prácticamente en ruinas. Para rematar, en uno de los extremos del arenal se encuentra un columpio de madera, uno de los puntos más instagrameables de la comarca.
6. Viajar al pasado con los petroglifos de Mogor 4n5952

Petroglifos de Mogor (Foto: turismo.gal)
Los Petroglifos o Laberintos de Mogor forman parte del patrimonio cultural europeo. Son tres grandes rocas (Pedra dos Mouros, Pedra dos Campiños y Pedra do Labirinto) con siete composiciones circulares que permiten a los visitantes introducirse en el mundo del arte rupestre. El Centro de Interpretación ofrece información de interés para conocer esa compleja e interesante figura que es el laberinto, el cual se puede conocer por una acertada senda compuesta de pasarelas para proteger el patrimonio de pisadas indeseadas.
La Piedra del Labiritno es una roca de forma alargada, en la que se pueden ver varios arcos alrededor de una cazoleta y con unos apéndices en la parte superior, mientras que en el Laxe dos Mouros se ven claramente un total de 23 combinaciones circulares, multitudes de cazoletas, dos combinaciones pseudo-laberínticas, cuatro círculos simples y un ciervo. En último lugar, y no por eso menos importante, la Pedra dos Campiños es otro conjunto de roca en el que los grabados son más tenues, el laberinto está muy borroso y desgastados.
7. Conocer el patrimonio religioso 6s1z3o

Santa María de Ardán (Foto: turismo.gal)
Entre los numerosos templos ubicados en Marín, sobresale la iglesia de Santa María de Ardán. Es un edificio de carácter ecléctico, con una gran mezcla de diferentes estilos constructivos. En su interior acoge un retablo de iconografía variada, de estilo barroco y que merece la pena contemplar por su vistosidad.
8. Descubrir el Castro da Subidá 1t1l6d

Castro da Subidá (Foto: turismoriasbaixelespanol.diariosergipano.net)
Marín cuenta con varios tesoros arqueológicos. El Castro da Subidá es un ejemplo perfecto. Antiguas poblaciones, que llegaron a comerciar con las primeras embarcaciones romanas que llegaron a esas costas, se asentaron en este importante castro celta. En él se adivinan restos de construcciones circulares destinadas a viviendas, los muros que las protegían y hasta algún petroglifo. ¿Cómo acceder al Castro da Subidá? Por un monte comunal, un buen punto para disfrutar de las vistas sobre la villa marinera.
9. Pasear por el Lago Castiñeiras 3s436g

Lago Castiñeiras (Vilaboa – Marín)
Nada mejor que un paseo por el Lago Castañeiras en la mañana de un domingo despejado y con temperaturas agradables. Compartido con el municipio de Vilaboa y muy cerca del Mirador de Cotorredonde, el Lago Castiñeira es uno de los espacios naturales más bonitos y visitados de Marín. Es un rincón al aire libre con una amplia laguna, refugio de peces y aves, y una cómoda área recreativa.
Fue creado en 1950 y constituye un verdadero paraíso natural. Predominan el roble americano, el laurel y el pino; en cuanto a la fauna, abundan las aves. "La abundancia de truchas en sus aguas convierte este emplazamiento en un punto de encuentro de pescadores en la temporada de pesca", apunta Terra de Pontevedra.
10. irar la iglesia de Santa María do Porto 2r3r5c

Santa María do Porto (Foto: turismo.gal)
Ponemos punto y final a este viaje por Marín y sus alrededores con la iglesia de Santa María do Porto, del siglo XVIII. Este templo antiguo se sitúa sobre una roca y se cubre de una bóveda de crucería bajo la que se descubren seis destacados retablos de estilo barroco y neoclásico dignos de irar. De hecho, es uno de los templos más visitados de Marín.