Betanzos (A Coruña) lleva a pleno la constitución de una comunidad energética 441l

El gobierno de Betanzos llevará al próximo pleno la aprobación de la constitución de la Comunidad Energética del Carregal-Betanzos I, un proyecto que representa una apuesta clara y decidida por avanzar hacia un nuevo modelo energético más sostenible, más participativo y más beneficioso para la ciudadanía.

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El trámite plenario se presenta tras meses de trabajo, con reuniones participativas en las que se les explicó a la ciudadanía el proyecto, para que vecinos, empresas y comercios puedan disponer de una herramienta para reducir su factura de consumo eléctrico, utilizando las energías renovables y, al mismo tiempo, impulsar un modelo más sostenible con energías renovables y mejorar así la eficiencia energética de edificios e instalaciones.

Esta Comunidad Energética supone un modelo de autoconsumo compartido, en el que el ayuntamiento cede el uso de las cubiertas de tres instalaciones deportivas municipales como son la piscina, el polideportivo y la pista exterior de Carregal para generar energía solar fotovoltaica. La energía generada abastecerá a varios edificios públicos y podrá ser compartida con vecinos, autónomos y pequeñas empresas que decidan sumarse a la iniciativa.

La figura elegida para esta comunidad energética, según explicó el concejal de Infraestructuras, Andrés Hermida, “es la de una asociación sin ánimo de lucro, en la que el Ayuntamiento tendrá un papel impulsor y garante. Estamos hablando de una fórmula abierta, flexible y adaptada a nuestro territorio. Una herramienta que nos permitirá optar a subvenciones y fondos europeos, mejorar la eficiencia energética de nuestros servicios públicos, reducir costes eléctricos e implicar a la vecindad en la generación de energía limpia y propia”.

La constitución de la Comunidad Energética del Carregal–Betanzos I es una asociación sin ánimo de lucro, sin patrimonio inicial, y en la que el Ayuntamiento participará sin activar ningún mecanismo de financiación ni de inversión pública. Lejos de generar gasto, lo reducirá.

Además, el proyecto incluye mecanismos de control democrático, abierto y participación social, así como la posibilidad de que personas en situación de vulnerabilidad puedan beneficiarse de la energía generada a través de la intervención de los servicios sociales municipales. Es decir, es un proyecto solidario, sostenible e inclusivo. No obstante, al tratarse de una comunidad energética, se abriría un proceso para que formen parte de ella particulares y empresas que estuvieran interesadas.

Por ley, desde O Carregal se abarcaría un radio de 2.000 metros para cubrir a todos aquellos particulares y empresas que deseen adherirse a la comunidad. Otro de los objetivos que el gobierno local persigue con esta comunidad es que las familias con menos recursos puedan obtener beneficios a través del Ayuntamiento como principal agente e impulsor del sistema.

También el centro histórico entraría dentro de la zona de influencia del sistema de es fotovoltaicos, por lo que “muchas personas particulares tendrían una alternativa ante las dificultades de instalar actualmente es en sus viviendas debido a la protección de los edificios”. En todo caso, el proyecto recogerá en el futuro otras fases y otras comunidades para dar cobertura a más zonas de la ciudad que no quedarían dentro del radio de dos kilómetros marcado por la ley.