
El primer ministro de Suecia, Ulf Kristersson, en una reunión de la Fuerza Expedicionaria Conjunta de Oslo. Terje Pedersen Reuters y632
Un escándalo sexual, una dimisión repentina y un diplomático muerto: el 'thriller' nórdico que sacude a Suecia 12703q
La dimisión de un asesor de seguridad por fotos íntimas, el arresto de un alto funcionario y su muerte repentina días después siembran dudas sobre la gestión de Ulf Kristersson. 181n6z
Más información: Portnov se ocultó en España hace tres años, tras el inicio de la invasión de Ucrania: tenía su oficina en el centro de Madrid 2q3a6z
Lo que comenzó como una crisis menor se ha convertido en un auténtico terremoto político para el Gobierno de Suecia.
En apenas dos semanas, el país ha vivido la dimisión fulminante de un alto cargo por fotos íntimas, el arresto de un diplomático acusado de espionaje y, finalmente, su muerte en circunstancias aún no esclarecidas.
Una cadena de eventos digna de una serie de televisión que ha puesto en entredicho la gestión del primer ministro conservador Ulf Kristersson.
Todo estalló el pasado 8 de mayo, cuando el Gobierno anunció el nombramiento del exembajador en Ucrania, Tobias Thyberg, como nuevo asesor nacional de seguridad.
Apenas media hora después del anuncio, medios suecos comenzaron a recibir imágenes comprometedoras del diplomático, extraídas de un perfil en la app de citas Grindr.
Aunque Thyberg ya había cerrado su cuenta antes del nombramiento, las fotos circularon con rapidez, forzando su dimisión antes incluso de asumir formalmente el cargo.
Thyberg itió que debió haber informado sobre las imágenes durante las revisiones de seguridad. Sin embargo, la omisión le costó el puesto y le valió duras críticas de Kristersson.
“Ocultar información que podría ser utilizada por potencias extranjeras es una falta grave”, afirmó el primer ministro, que creó el cargo de asesor de seguridad en 2022 tras la invasión rusa de Ucrania.
La renuncia de Thyberg se suma a la de su predecesor, Henrik Landerholm, un amigo de la infancia del primer ministro, quien dimitió en enero por gestionar negligentemente documentos clasificados.
En su caso, se llegaron a olvidar papeles sensibles en un hotel y un teléfono en la embajada sueca en Hungría.
La oposición ha aprovechado la crisis para atacar la falta de rigor del Ejecutivo. Peter Hultqvist, portavoz de Defensa de los socialdemócratas, denunció que “fallar dos veces en un cargo tan sensible proyecta una imagen de incompetencia en Suecia”.
A su vez, el caso ha reabierto el debate sobre la vida privada de los funcionarios públicos, con voces que acusan al primer ministro de homofobia y de haber reaccionado por "pánico moral".
Pero el escándalo no se detuvo ahí. Cuatro días después de la renuncia de Thyberg, los servicios secretos (Säpo) detuvieron a un diplomático de alto rango bajo sospechas de espionaje.
Según la televisión pública SVT, el caso estaba vinculado a la filtración de las fotos íntimas de Thyberg. La identidad del detenido no fue confirmada oficialmente, pero se sabe que ocupó puestos clave en varias embajadas fuera de Europa.
El diplomático negó las acusaciones, calificó su arresto como una “experiencia aterradora” y denunció a la policía por uso excesivo de la fuerza.
Imágenes televisadas mostraron la puerta de su apartamento forzada, y el funcionario requirió atención médica por lesiones sufridas durante la detención.
Solo dos días después de quedar en libertad, el 17 de mayo, el diplomático fue hallado muerto. La policía asegura que no hay indicios de criminalidad, pero ha abierto una investigación.
La muerte ha añadido una capa de incertidumbre a un escándalo ya explosivo y ha intensificado las críticas al Gobierno.
Las autoridades suecas han venido alertando en los últimos meses del aumento de actividades híbridas por parte de potencias como Rusia, China o Irán, incluyendo ciberataques, desinformación y espionaje.
Sin embargo, la concatenación de errores internos, filtraciones y decisiones apresuradas pone ahora el foco sobre la vulnerabilidad institucional del propio Estado sueco.
Mientras avanza la investigación sobre la muerte del diplomático, la oposición exige explicaciones y responsabilidades políticas. Y Kristersson, bajo fuego cruzado, enfrenta su mayor crisis desde que asumió el poder en 2022.