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El médico Jonathan Rabinowitz avisa a España: "Los que toman más de tres litros de agua al día tienen menos tensión e infartos" 1m506h
Mantener una correcta hidratación es un consejo antiguo y básico, pero olvidado cuando tratamos de mantener una buena salud cardíaca. 456g1y
Más información: El peligro para el corazón de no beber suficiente agua a diario. 394ya
Mantener una buena hidratación es clave para la salud en general, y para el control de la hipertensión y la salud cardíaca en particular. A nivel analítico, existen varios parámetros que pueden verse afectados por una deshidratación o un exceso de líquido arterial, provocando una excesiva dilución en este último caso.
Para controlar estos datos, se analizan los niveles de sodio, un tipo de ión sanguíneo cuyo exceso puede provocar un mal control tensional y un sufrimiento cardíaco, llegando a desarrollar lo que se conoce como insuficiencia cardíaca. El problema es que el rango de 'normalidad' que se usa hoy en día sería incorrecto.
Así lo sugiere un nuevo estudio publicado en la Revista Europea de Cardiología Preventiva. Jonathan Rabinowitz y sus colegas del departamento de Salud Pública de la Universidad Bar-Ilan han determinado que tener unos niveles de sodio altos-normales, es decir, en el parámetro más alto dentro del rango "normal", se asociaría con un mayor riesgo cardiovascular.
La hidratación y el corazón 3a5l4l
Rabinowitz y sus colaboradores han trabajado con más de 400.000 voluntarios sanos. El objetivo principal era averiguar si los niveles de sodio en la analítica, a pesar de encontrarse dentro del rango "normal", se asociarían con factores de riesgo cardiovascular como la hipertensión, o incluso con un mayor riesgo de enfermedades como la insuficiencia cardíaca.
Para el estudio, se analizaron los historiales médicos electrónicos de 407.000 voluntarios sanos registrados en Leumit Healthcare Services, uno de los principales proveedores de salud de Israel, entre 2003 y 2023. Solo por la cuantía de datos y seguimiento, este sería el estudio con mayor cantidad de análisis y duración hasta la fecha sobre la materia.
El sodio se analiza de forma rutinaria en prácticamente cualquier analítica general estándar, siendo considerado su rango de normalidad entre 135 y 146 mmol/L. Sin embargo, los datos de este estudio sugieren que existe una asociación a largo plazo entre unos niveles de sodio persistentemente elevados, aunque dentro del rango "normal", y un mayor riesgo cardiovascular.
Como hallazgos más relevantes del estudio, se habría detectado que:
- Unos niveles de sodio de 140-142 mmol/L, dentro del rango "normal", se asociarían con un 13% más de riesgo de sufrir hipertensión.
- Unos niveles de sodio de más de 143 mmol/L se asociarían con un 29% más de riesgo de sufrir hipertensión, y hasta un 20% más de riesgo de sufrir insuficiencia cardíaca.
- Casi el 60% de la población adulta sana tendría unos niveles de sodio dentro de estos rangos de riesgo, percibidos actualmente como "normales".
Además, estas asociaciones de riesgo se mantendrían incluso tras realizar ajustes por edad, sexo, IMC, tensión arterial, tabaquismo y niveles de potasio en sangre. De hecho, para el estudio se excluyó a personas con afecciones previas que afectasen al equilibrio hídrico, asegurando así una representación más precisa del riesgo en relación a la hidratación en la población general.
Como explica Rabinowitz, de la Escuela de Trabajo Social Weisfield de la Universidad de Bar-Ilan, "estos hallazgos señalan que la hidratación como un aspecto crucial y poco abordado en la prevención de enfermedades crónicas. Un simple análisis de sangre podría identificar a las personas que podrían beneficiarse de cambios básicos en su estilo de vida, como beber más agua, lo cual reduce los niveles de sodio".
Como también recuerda el autor principal del estudio, la hidratación suele pasarse por alto en el objetivo de reducir el riesgo de sufrir enfermedades crónicas, algo que volvería a sugerir este estudio, dado que una correcta hidratación se relacionaría con un menor riesgo de sufrir hipertensión e insuficiencia cardíaca. Actualmente se recomienda llegar a beber, de media, hasta 3,7 L de agua al día en el caso de los hombres, y hasta 2,7 L en el caso de las mujeres.