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Nieves Herrero, en Galicia: "Las noticias no esperan al cumpleaños de tu hijo" 1q3654
La emblemática periodista, una de las maestras de la comunicación en España, se encuentra promocionando en la comunidad gallega su última novela: "Luna roja", protagonizada por una redactora que pasa de escribir sobre moda, a hacer crónica de sucesos 45o58
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Es una de las grandes maestras del periodismo en España y, en su caso, en la doble acepción del término: Desde finales de los 80, la comunicadora madrileña ha estado siempre al pie de la noticia, pero, además, es y ha sido docente en varias universidades españolas, como la Europea de Madrid y la Complutense, en donde ella misma se formó.
Paralelamente, desde comienzos de los 2000, Nieves Herrero (Madrid, 1957) ha dado vida a historias en forma de novelas, mayoritariamente, pero también en cuentos infantiles. Una tarea que, asegura, no le cuesta, pues no entendería la vida sin poder escribir.
Este lunes ha estado promocionando en Vigo "Luna roja", una historia protagonizada por otra periodista, Margot Sanz Peters, que pasa de la moda a la crónica de sucesos en una muestra de la transversalidad que siempre ha rodeado a los profesionales de la comunicación: A veces, por imposición, y otras muchas, por elección.
Herrero reflexionó en la ciudad olívica sobre la importancia de amar la profesión que uno elige, la necesidad de seguir aprendiendo cada día y sobre el valor de la imperfección en un mundo cada vez más doblegado a la Inteligencia Artificial.
En el 2001 inició su prolífica carrera como escritora, y en 2025 ha llegado su libro número 12. ¿Cómo ha logrado compaginar el periodismo, que siempre es una tarea que requiere una gran entrega, con la escritura?
Uf, ¡fatal! Es que ya solo con el periodismo, compaginar tu vida personal es muy complicado. Las noticias no esperan al cumpleaños de tu hijo, ni a determinados momentos de tu vida personal. Sí que es verdad que escribir, para mí, es un poquito más fácil. Puedo estar en casa, que es donde mejor escribo. Mira, ayer mismo empecé a escribir la segunda parte de "Luna roja". Me la han pedido porque la respuesta ha sido buenísima. Tengo en la cabeza a este personaje desde hace unos diez años. Mientras mi marido ve el fútbol, por ejemplo, pues yo me siento a escribir, eso sí, con constancia, para no perder el hilo. Para mí es un disfrute, escribir me da la vida. Todo en el periodismo es muy fugaz y tengo la sensación de que nada queda. Y un libro va quedando en una estantería y piensas, 'bueno, pues alguien lo leerá'.
Siempre suele basarse en personajes reales para sus novelas. En esta ocasión, Margot es un personaje ficticio rodeado de algunas personalidades que sí han sido reales. ¿Por qué decidió hacerlo así esta vez?
Bueno, Margot está inspirado en Margarita Landi -periodista española que escribió sobre sucesos en el semanario 'El Caso'-. Quería ser más libre. Hasta ahora iba muy ceñida a la vida de las personas, pero quise quitarme el cinturón y pasármelo bien. Margot, mi personaje, comenzó como Margarita: Escribiendo sobre moda en la revista 'Siluetas', y se pasó al suceso. El comisario, como le pasó también a Margarita, tira de ella y la llega a llamar "inspectora Peters", al igual que a Margarita la llamaron "inspectora Pedrito". Mi personaje, en un determinado momento, es 'conejillo de indias' para detener a un asesino.

La periodista Nieves Herrero.
Hace una unión curiosa en "Luna roja": Vincula la prensa de moda, con la investigación de sucesos. ¿Cree que hay algún hilo conductor entre ambos mundos?
Ninguno. Yo creo que ninguno. Pienso que es como cuando empiezas a escribir en cultura y acabas en política. Pero el periodista tiene las herramientas suficientes para, una vez que aterriza de nuevas en una sección, ir tirando de hilos para terminar pisando con seguridad ese campo. Yo he pasado por política, cultura, entrevistas a todos los personajes que te puedas imaginar... Pero es que a mí del periodismo me gusta todo, soy muy pasional en nuestra profesión.
¿Hay algún ámbito de esta profesión que le llame menos?
En la televisión me gusta colaborar, pero me siento muy cómoda en la radio y en la prensa escrita. En televisión he estado 15 años de mi vida y es muy difícil. En radio y prensa no tienes esa servidumbre a la imagen y a los datos de audiencia. A veces, puede llevar a error, pues piensas que un determinado personaje no te va a dar audiencia y esto puede no ser así. En ocasiones no sabes muy bien qué es lo que va buscando la gente, pero pienso que, últimamente, lo que quieren es conocerse a sí mismos. Margot, por ejemplo, ansía descubrir qué hay en la cabeza de alguien que cruza la línea roja del mal.
Siempre se vinculan los sucesos con una esfera de la sociedad más baja a nivel económico. Sin embargo, en "Luna Roja" se llevan a la alta sociedad madrileña de los 50.
Esta época tenía el gran contraste de una pobreza extrema, todavía estaba la posguerra ahí. Pero también la gente aristocrática, que había podido salir fuera durante la guerra, había regresado y, para olvidar lo que había pasado, iban de fiesta en fiesta. En los 50 las fiestas estaban a la orden del día. Entonces, todo arranca en una de máscaras, en el Hotel Ritz, y ahí empiezan a suceder una serie de cosas que involucran a Margot.

La periodista Nieves Herrero en una fotografía.
¿Qué hay de Nieves Herrero, periodista, en el personaje de Margot, también redactora?
(Ríe) Yo creo que hay todo. Eso de ocultar a los familiares que estaba escribiendo de otros asuntos... En el fondo es un poco recordar que cuando yo me inicié en el mundo del periodismo, para mi familia fue un choque. Se encontraron con mis primeros escritos, yo no había dicho nada. La proyección que hacían sobre mí era la de que fuera médico, físico, o perito mercantil. Lo que habían sido mis hermanos. Pero bueno, una profesora se cruzó en mi camino y valoró mucho las redacciones que hacía. Me abrió un universo que me fascinó y que es en el que me metí. Si dedicas tantas horas al día a un trabajo, tiene que ser a uno que te guste, que sea tu propia pasión. Si no será una condena. Yo, te aseguro, que cuando entro en una redacción, no miro el reloj.
Usted es una de las maestras del periodismo en España y especialmente lo fue en la década de los 90 y los 2000. ¿Qué opina del rumbo que ha tomado la profesión, de esa inmediatez, la carrera por lograr el titular más clicable… ?
Veo que los periodistas siempre estamos cuestionados, que somos personas sospechosas. Yo, sinceramente, es que me reconozco y me encuentro conmigo misma entre los periodistas. Ahora veo que la profesión va muy rápido, que profundiza un poquito menos, sobre todo, en la tele, en donde nos hemos acostumbrado a que todo sea muy dinámico. Hecho de menos esas entrevistas largas que podíamos hacer. Yo creo mucho en los periodistas. A mí me encantan los estudiantes de periodismo, que tienen ese espíritu de querer comerse el mundo. A muchos los sigo, porque siempre pienso: '¡Va a llegar muy lejos!' Muchas veces nos equivocamos, pero en la equivocación está el aprendizaje. Mi maestro, Jesús Hermida, me decía, cuando iba a una rueda de prensa, que no me pusiera donde estaba todo el mundo, sino que buscara otra perspectiva.
¿Qué debe aportar un periodista al mundo que lo diferencie de un creador de contenido, o de una Inteligencia Artificial?
(Vuelve a reírse) ¡Uf! Es tremendo lo de la Inteligencia Artificial. No te voy a negar que es algo que me da un poco de miedo. Pienso que nos puede ayudar en el mundo científico, pero me ha pasado, siendo jurado literario, de dudar de que un trabajo estuviera hecho por Inteligencia Artificial. El mundo nuestro, el de la creación, tiene un punto de imperfección que lo hace humano: Una coma mal puesta, por ejemplo. Yo ahora valoro la imperfección, me reconcilia con la humanidad. Lo que es muy perfecto me hace dudar.