Planta de biogás con purines

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Observatorio de la Energía

Por qué una planta de biogás en vertederos se puede construir en 12 meses y las de purines de cerdos tardan más de 3 años 72225t

Salen los números para convertir los residuos en biometano, pero solo si se hacen macroplantas, a diferencia de Francia y Alemania. 254748

Más información: El biometano, una forma eficiente de descarbonizar parte de consumos actuales de gas, según Deloitte 37ol

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Residuos agroganaderos (como los purines de los cerdos), agroindustriales, depuradoras urbanas o residuos urbanos se están convirtiendo en el nuevo oro para producir energía. Con ellos, se puede generar biogás o electricidad con su combustión. Pero dependiendo de dónde se sitúe la planta, tendrá más dificultades de llegar a buen puerto.

"La instalación de una planta de valorización energética en vertederos en España suele tardar entre 12 y 18 meses en conseguir todos los trámites istrativos a diferencia de, por ejemplo, una planta de biogás en mitad del campo, que puede irse a tres años fácilmente", explican fuentes del sector gasista a EL ESPAÑOL-Invertia.

La diferencia está en los permisos y la oposición social. La tramitación istrativa para instalar una planta de biogás y una planta de valorización energética comparte algunos elementos comunes, pero esta última al estar en un vertedero "no llama tanto la atención como sí ocurre cuando se plantea el proyecto en un entorno natural", puntualizan.

Ambas instalaciones requieren la obtención de la Declaración de Autorización Ambiental Integrada (DIA), que evalúa el impacto global de la actividad sobre el medio ambiente y aglutina permisos sobre emisiones, vertidos, residuos, consumo de agua, ruido y uso del suelo.

Pero las plantas de biogás están reguladas principalmente por la normativa sobre residuos orgánicos y subproductos animales y las plantas de valorización energética están sujetas a la Ley de Residuos y Suelos Contaminados y a la Directiva Marco de Residuos.

Fracción no reciclable 3y692c

España lleva al vertedero el 50% de sus residuos, un porcentaje inmenso si se compara, por ejemplo, con el de Alemania, que solo es el 1%, o el de Dinamarca, que ronda también esa cifra. Países que han hecho muy bien los deberes si tenemos en cuenta que el objetivo marcado por Bruselas es el de llegar al vertido técnico cero, es decir, el 10%, en 2035.

Nuestro país, además, apenas convierte en energía el 10% de los residuos urbanos que genera, una cifra muy inferior a la de otros países europeos. Retomando la comparativa con Dinamarca, el país nórdico sube hasta el 54% y sus vecinos germanos hasta el 30%, según datos de la Agencia Europea de Medio Ambiente.

La valorización energética debe ser una pieza clave en la gestión de desechos y la transición ecológica, señala a EL ESPAÑOL-Invertia Joaquín Pérez Viota, presidente de AEVERSU (Asociación de Empresas de Valorización Energética de Residuos Urbanos). "Y tal y como estamos en este punto es inviable".

Esta tendencia a usar el vertedero se debe en parte a que, históricamente, llevar allí la basura ha resultado más barato que invertir en sistemas de recogida selectiva y tratamiento avanzado.

"Primero hay que evitar consumir en exceso, después reducir, reutilizar y reparar. Y por último, reciclar. Pero hay residuos no reciclables ni reutilizables que también se pueden utilizar, es lo que se conoce como fracción no reciclable y en ese punto, entra la valorización energética".

"Hay residuos que no se pueden reciclar y según la directiva de la Unión Europea, el tratamiento más adecuado es la valorización energética frente al vertedero".

En España, hay 11 plantas de valorización energética de residuos urbanos. Con más de 10,7 millones de toneladas de residuos enviados a vertederos anualmente, nuestro país está dejando pasar una oportunidad de oro para generar energía que podría abastecer a millones de hogares.

De hecho, según estimaciones de Aeversu, podría representar unos 7.800 GWh anuales, lo que equivale a la energía necesaria para 2,25 millones de hogares o alrededor de 1.800 millones de euros al año.

Grandes plantas de biogás 4b275e

Y de vertederos a purines de cerdos. España cuenta con uno de los mayores potenciales de Europa para la producción de biogás, y después de un proceso convertirlo en biometano para inyectarlo a la red gasista, aunque estos recursos están todavía muy lejos de explotarse plenamente.

El potencial técnico de producción de biometano en España se estima en 163 TWh/año, según un estudio de Sedigas (Asociación Española del Gas). Esta cantidad permitiría cubrir alrededor del 45% de la demanda nacional de gas natural y generaría un ahorro potencial de 4.000 millones de euros en la factura energética de los consumidores.

Sin embargo, las plantas ya en funcionamiento en nuestro país son todavía muy pocas en comparación con países vecinos, como Alemania o Francia, y las que hay o se diseñan construir son grandes infraestructuras que se topan, en muchas ocasiones, con la oposición social.

"Es mucho más sencillo construir pequeñas plantas de biometano junto a una explotación agroganadera de purines, que es lo que ocurre en Francia o Alemania, pero en España no sale rentable", añaden las mismas fuentes del sector gasista a EL ESPAÑOL-Invertia.

"La diferencia está en que en Francia se les aplica un precio regulado a su biometano, con lo que el empresario o el ganadero tiene asegurada la amortización de su inversión. Algo parecido ocurre en Alemania, con incentivos para su construcción".

"En España, o haces macroplantas o no salen las cuentas, pero claro, por otro lado se ralentiza todo mucho más. Entre las dificultades para conseguir todos los permisos y la oposición social al ser una infraestructura más visible, al final nuestro país no termina de avanzar en esta tecnología sostenible", concluyen.