Arréglate que nos vamos con Tamara 2e24t

Protagonistas

La empresaria Tamara Gorro se sincera: "Sé lo que es no tener nada y me da pavor volver a pasar por eso" 50d6c

La tertuliana se sienta con Charo Izquierdo y Cruz Sánchez de Lara para tener una de las conversaciones más sinceras y emotivas de su trayectoria. 5e1o4h

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Por fuera, Tamara Gorro. Por dentro, Tama. Y en medio, una mujer que ha vivido muchas vidas en una sola. Lo demuestra en su paso por Arréglate que nos vamos, el pódcast de Cruz Sánchez de Lara, vicepresidenta ejecutiva de EL ESPAÑOL y editora de Magas y ENCLAVE ODS; y Charo Izquierdo, directora de ENCLAVE ODS, donde dejó a un lado la fachada de personaje para mostrarse como nunca.

Yo me he hecho mi camino sola. Tengo gente que me quiere de verdad y sé quiénes son. Eso solo lo consigues conociéndote a ti misma”, asegura la conocida figura televisiva y modelo. En algún punto de la conversación, que comienza como tantas otras —con risas, anécdotas y confesiones—, da un giro inesperado.

El ambiente se transforma, se respira una emoción contenida. Y es que Tamara se desarma, se rompe y se recompone ante el micrófono. “Llevo las cenizas de mi yayo en un anillo. Es la única joya que me he hecho”, dice, al borde del llanto. Charo también se emociona. Cruz le da la mano. Y quienes escuchan, entienden que este no es un episodio más.

Mi abuelo fue el padre que nunca tuve”, explica Tamara. “Me criaron él y mi yaya, mientras mi madre trabajaba de sol a sol. A mi padre lo perdí con ocho años. Desde entonces, mi yaya fue mi madre y mi yayo, mi padre”.

El duelo por su pérdida sigue muy presente en su día a día, pero también lo está la paz de haber podido acompañarle hasta el final. “Se fue de mi mano. Pude despedirme, decirle ‘te acompaño’. Eso no se me va a olvidar nunca”, recuerda. 

Detrás de la influencer con más de dos millones de seguidores, la empresaria, la extronista, la mujer de televisión, está la niña de Móstoles que quería ser peluquera y que tomaba pastillas de cafeína para poder trabajar de día, poner copas de noche y estudiar cuando podía.

“Lo único que quería era que mi madre y mis abuelos no sufrieran. Y si para eso había que matarse a trabajar, lo hacía. Tuve que dejar los estudios y luego los continué en una escuela de adultos. Ahora lo digo con orgullo”.

Tamara Gorro se pone frente al micrófono en 'Arréglate que nos vamos'.

Tamara Gorro se pone frente al micrófono en 'Arréglate que nos vamos'. Esteban Palazuelos

A lo largo del episodio, Tamara desmonta cualquier prejuicio que haya podido acompañarla en su vida. "La gente me juzga por cómo voy vestida, porque soy una persona camaleónica. Pero lo que no saben es que soy la virgen del puño cerrado —como le dice su madre—, porque sé lo que es no tener nada y me da pavor volver a pasar por eso".

Los pilares de su vida, su familia, no son solo su motor; también su propósito. Dice que lo que más le gusta es irse de camping con sus niños. "Se manchan, comemos filetes de pollo empanado y luego a lo mejor nos vamos a Ibiza", pero eso no cambia lo que ella quiere que aprendan: a tener una vida normal y a que sean conscientes del valor de las cosas, "porque a lo mejor mañana la vida no nos va bien".

Y entre tanto vértigo, ¿cómo se encuentra una misma? Ella lo ha hecho a través de la escritura. Lleva seis libros publicados, pero fue el último, Ahora que vuelvo a vivir (HarperCollins, 2025), el que marcó el verdadero punto de inflexión.

Pasar por una depresión la llevó a reflexionar sobre los temas de la vida cotidiana que nos afectan: los complejos, el dolor, la soledad o la autoexigencia: “Lo escribí como terapia. Yo no sabía quién era. Compraba a la gente todo con tal de gustarles. Me conocí a mí misma hace un año y medio. Me decía: 'bonita, vas a tener un día malo, pero no pasa nada. Nos tenemos. Tira, si viene algo lo superarás”.

Tamara Gorro habla de salud mental, de la importancia del diálogo interior, del valor de la soledad. “Todos tenemos un personaje. Pero cuando llegas a tu casa y te quedas sola en la cama, sin pareja ni hijos, ahí estás tú [...] En esos momentos, la clave está en saber gestionarlo”.

Cruz Sánchez de Lara y Charo Izquierdo, junto a la protagonista de esta semana en el pódcast de Magas.

Cruz Sánchez de Lara y Charo Izquierdo, junto a la protagonista de esta semana en el pódcast de Magas. Esteban Palazuelos

Suele decirse que en las salas de maquillaje es donde se conoce a la gente. "Sin duda. Yo conocí a Cruz ahí, en el de Y ahora Sonsoles. Tengo que decir que ha sido la única persona que, en mis 38 años, me ha hecho sentir verdaderamente valorada como mujer". Lo dice Tamara y se le nota: a veces, basta un gesto sincero para dejar una huella positiva en la vida de alguien. 

En esta charla, Tamara muestra su faceta más personal, la de la mostoleña que un día conquistó la televisión precisamente gracias a su personalidad natural y arrolladora. "A mí la vida me ha sonreído, pero también me lo he trabajado mucho", recuerda y se celebra a sí misma una de esas mujeres 360º: modelo, empresaria, icono de los platós, autora y tantas otras cosas que nos quedan por conocer.