El feng shui en Occidente: cómo vivir en un hogar más feliz a través de cambios sencillos en la decoración 3l5ap

El origen del éxito, la salud o felicidad podría ser nuestro hogar. Así lo decreta el feng shui, la antigua sabiduría china que busca balancear nuestro entorno para lograr armonía y bienestar.

Esta filosofía desafía los límites culturales y arquitectónicos, y pese a las diferencias de construcción y estilo de vida entre Oriente y Occidente, es posible adaptarla a nuestras casas.

La manera de integrarla puede resultar un reto si tratamos de seguir a pies puntillas tanto cuanto describen las guías más puristas, pues estas se enfocan en los espacios diáfanos y fluidos de la cultura china.

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También hay una brecha entre los estilos decorativos, las prioridades y qué percibimos como cómodo. Pero entre estas visiones, que a veces pueden resultar opuestas, hay un camino de equilibrio que podemos trazar.

Dos mundos bajo un techo 3c3f6q

La arquitectura tradicional oriental y occidental representan maneras contrarias de entender el espacio vital y la relación que guarda este con las personas que lo habitan.

Mientras que en Asia priorizan la integración con la naturaleza a través de diseños flexibles que permiten una circulación fluida de la energía (lo que conocen como gi), las casas en Occidente velan por la privacidad a través de muros sólidos y segmentos funcionales para dividir ambientes.

En el primer caso, los hogares son considerados como organismos vivos, de ahí que se construyan pensando en canalizar las fuerzas de la naturaleza a través del empleo de materiales como piedra o madera.

Interior de una casa tradicional en Oriente. iStock

En el segundo, se mira más por la eficiencia y el confort: pasillos largos, ventanas fijas, techos altos y materiales fríos, pero funcionales que evitan un diálogo con el exterior.

Feng shui en Occidente 656q63

Llevar el feng shui a Occidente implica repensar las bases de la filosofía sin traicionarlas. Los cinco elementos -agua, madera, fuego, tierra y metal- siguen siendo el corazón de la práctica, pero su traducción al decorado occidental requiere de ingenio.

No siempre podremos (ni querremos) abrir las ventanas hacia preciosos jardines o patios, ni mover puertas; sin embargo, sí podemos suavizar ángulos e introducir elementos que redirijan el flujo de las energías, por ejemplo a través de espejos y plantas.

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El gran reto de adaptar el feng shui a los hogares de Occidente es la presencia de largos pasillos, así como de las puertas alineadas, que aceleran y dispersan el gi.

Los biombos son un elemento decorativo que ayuda a canalizar el 'gi'. iStock

La solución a estos ritmos alterados serán los biombos, las alfombras y muebles estratégicos que suavicen el flujo e inviten a la energía a circular de manera armónica.

Energía consciente 4d5y67

Los hogares occidentales se caracterizan por una segmentación de los espacios muy marcada, por lo que aplicaremos el feng shui en cada uno de ellos de manera independiente hasta tratar de encontrar una cohesión.

Siguiendo los pilares de la filosofía, tomaremos la cocina como el 'corazón energético' del hogar. Las guías son: mantener los fogones a la vista de la puerta y equilibrar la gran energía del espacio incorporando madera y elementos de tierra (por ejemplo, macetas de hierbas aromáticas).

En los espacios destinados al descanso, como son los dormitorios, se recomienda priorizar la posición de la cama: esta no debe estar alineada con puertas ni ventanas. Además, debes tener un cabecero sólido apoyado en la pared.

Los textiles seguirán una línea natural, con cortinas vaporosas y lámparas cálidas que creen un ambiente propicio al sueño.

Habitación inspirada en los principios del feng shui. Por Kave Home. Cedida

Si en nuestro hogar tenemos también un rincón dedicado al trabajo, como podría ser un estudio u oficina, la disposición correcta es la siguiente: coloca el escritorio de modo que, al sentarte, tengas una vista clara de la entrada y una pared sólida a tu espalda, evitando sentirte 'a merced' del espacio.

Las plantas, la luz natural y la organización son aliados infalibles para mantener la energía en movimiento y la mente despejada.

Bienestar holístico 1k5854

Adoptar el feng shui implica preguntarnos cómo nos sentimos en nuestro hogar, si la energía fluye o se estanca, si cada rincón responde a qué necesitamos en nuestra vida.

Los rituales de limpieza energética, las renovaciones estacionales y el uso consciente de objetos con significado pueden transformar el día a día.

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Las diferencias culturales importan, en Occidente, valoramos la privacidad y las divisiones de espacios, nos transmite seguridad y no debemos eliminarlos. Pero eso no nos impide introducir 'puentes energéticos'.

Luces suaves, divisores translúcidos y elementos repetidos mantendrán la conexión entre las habitaciones, preservando la funcionalidad y la armonía.

Vivir mejor 3466c

El verdadero acto revolucionario al adaptar el feng shui a nuestros hogares occidentales es la toma de conciencia que se desarrolla hacia el acto de habitar. Más allá de seguir reglas estrictas, se trata de experimentar e integrar aquello que tiene sentido para cada una de nosotras.

A mayor atención prestemos al flujo de energía, más atentos estaremos a cómo nos sentimos en él y priorizaremos nuestro bienestar. Nuestras casas se convertirán, así, en un refugio vital de energía renovada y buena fortuna.