
Muchos de los terroristas que regresan a España de luchar con Daesh y Al Qaeda llegan de zonas como el Sahel. Arte:EE 396j59
Interior vigila a 178 terroristas de Daesh y Al Qaeda preparados para la yihad: 65 de ellos han regresado a España 4b4qi
Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado alertan del peligro que representan los yihadistas que viajaron de España a zona de conflicto y han regresado a nuestro territorio. 5g1k2a
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La preocupación del Ministerio del Interior por la amenaza yihadista se encuentra en uno de los momentos de máxima alerta de los últimos 20 años. Tanto, que los especialistas antiterroristas monitorizan con más rigor que nunca a los combatientes que se marcharon desde España y ahora quieren regresar a territorio nacional.
En total, según ha podido saber EL ESPAÑOL de datos que manejan Interior y el Centro Nacional de Inteligencia (CNI), España controla a 178 combatientes terroristas extranjeros que se habrían desplazado a zona de conflicto en los últimos años.
De todos ellos, los investigadores antiterroristas de Policía Nacional y Guardia Civil saben que 65 habrían retornado a España. Es una cifra de perfiles considerable, cuyos movimientos se encargan de supervisar en Interior y en los servicios de inteligencia.
Aquí rastrean esos perfiles, sus conductas y su comportamiento, si bien fuentes de la lucha antiterrorista explican que no todos ellos representan en principio una amenaza. Algunos regresan a España desengañados de la ideología radical que durante años siguieron. Otros vuelven con la intención de actuar como lobos solitarios.
La mayoría no son españoles, sino individuos de otros países que llegaron a España y que desde aquí viajaron a territorio de Daesh o Al Qaeda. Allí adquieren experiencia de combate que les puede servir para ponerla en práctica a su regreso a Occidente. Y por eso resultan tan peligrosos.
La amenaza que representan los combatientes terroristas extranjeros (CTE) sigue vigente debido a la persistencia de los llamamientos efectuados por las principales organizaciones yihadistas a sus seguidores. Las filiales de Daesh y Al Qaeda en África buscan que se trasladen a las zonas en conflicto y, en especial, hacia el Sahel.
Se han visto ejemplos de detenciones recientes este mismo año, que va camino de convertirse el ejercicio con más arrestados por terrorismo desde el 11-M, superando las cifras de 2023 y 2024. Hace apenas un mes, la Guardia Civil detuvo en Guadalajara a un ciudadano marroquí de 36 años, considerado un combatiente terrorista extranjero sobre el que pesaba una orden internacional de detención emitida por las autoridades judiciales de su país.
El arrestado se desplazó a la zona de conflicto sirio-iraquí entre 2018 y 2019, donde se integró en las filas del grupo terrorista Estado Islámico (DAESH). Luego volvió a España, donde ha sido arrestado trabajando en una tienda de ultramarinos de esa ciudad manchega.
Según los servicios de inteligencia, en el último año se ha detectado una reactivación de este fenómeno centrado en el continente africano. Si antes regresaban desde Oriente Próximo, el predominio y el crecimiento de las filiales de Daesh y Al Qaeda se da ahora en el Sahel.
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Hace años que aquella zona se ha convertido en el epicentro del yihadismo mundial. Es la región en la que más atentados se cometen, donde más facciones se enfrentan entre sí y donde han alcanzado un mayor poder territorial en los últimos años.
El número de elementos implicados es muy inferior al que se observó en Siria e Irak. Los voluntarios combatientes son sobre todo africanos. Sin embargo, este hecho constituye "una fuente importante de preocupación a corto- y medio plazo".
Esta tendencia se incrementó hace 10 años con el auge del Estado Islámico en Siria. Los combatientes viajaban desde España, y luego Daesh pretendía que regresasen a Europa para perpetrar sus ataques. Según el Listado Único Común, el total de CTE que se habrían desplazado desde España a la zona en conflicto ascendería a 282.
De todos ellos, se sabe que han muerto 104. Los otros son los que monitorizan las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, aunque no de todos ellos se tiene la certeza de dónde están: una parte se cree que fallecieron, pero sus defunciones no se han podido acreditar.
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Según el último Informe Anual de Seguridad Nacional 2024, "supone un riesgo importante el retorno de aquellos CTE que han regresado a sus países de origen o países de su entorno y que se encuentran fuertemente radicalizados y con capacidad de planificación e implementación de acciones de mayor entidad terrorista".
Estos individuos vuelven a Occidente completamente capacitados en el manejo de armas y explosivos. Además, una vez en Europa mantienen vínculos con facilitadores y otros de organizaciones terroristas.
Los servicios de inteligencia, la Policía Nacional y la Guardia Civil controlan también la relación de estos individuos con las mafias de tráfico de personas. Por eso es esencial en este trabajo el control de fronteras, la vigilancia y el seguimiento.
El CNI mantiene una fluida y constante cooperación, tanto a nivel analítico como operacional, con socios estratégicos en el ámbito contraterrorista, incluidos los servicios de inteligencia locales de las regiones en las que hay más presencia y actividad de grupos yihadistas.