
El banderillero sevillano Juan José Domínguez, que en Valladolid desveló haber sufrido problemas de salud mental
La historia del banderillero Juan José Domínguez tras desvelar problemas de salud mental: "Emilio de Justo me dio la vida"
El sevillano ha sido noticia en Valladolid después de emocionarse durante la entrega del trofeo taurino San Pedro Regalado 2024 al subalterno más destacado.
Más información: Valladolid entrega sus trofeos taurinos de San Pedro Regalado entre reivindicaciones y un Juan José Domínguez emocionado
"Hacía tiempo que no recogía un premio y tiene mucha importancia porque hace dos años y medio tuve problemas de salud mental". Este pasado martes, el banderillero sevillano Juan José Domínguez se convertía en noticia en Valladolid tras confesar entre lágrimas su particular pesadilla personal.
Tras recibir en el Ayuntamiento de Valladolid el trofeo taurino San Pedro Regalado 2024 al subalterno más destacado, el sevillano desvela a EL ESPAÑOL - Noticias de Castilla y León los entresijos de su historia para tratar de visibilizar un problema invisible que afecta a miles de personas.
Sitúa en una llamada del matador de toros Emilio de Justo para un mano a mano en Madrid el "trampolín hacia la recuperación". "Estaba en tratamiento. Era como que volvían a confiar en mí. Me dio la vida", agradece el sevillano tras itir que el martes no pudo "decir todo lo que quería decir" a raíz de la emoción.

Juan José Domínguez recibe el trofeo taurino San Pedro Regalado 2024 emocionado tras desvelar problemas de salud mental Ical
Fue en apenas un año, entre 2021 y 2022, cuando la vida de Juan José Domínguez sufrió dos episodios que marcaron su devenir. El primero una gravísima cogida en Vistalegre que cerca estuvo de acabar con su vida. Después, la decisión de Andrés Roca Rey, tras toda una vida con él desde sus inicios, de prescindir de él en su cuadrilla.
"Me vine un poco abajo. Me dije... he superado una cornada que me ha tenido en la muerte y he estado años al lado de una figura del toreo a pie del cañón. Como que todo lo que había hecho no valió para nada. No fui capaz de gestionarlo bien", reconoce.
Fruto de la situación, Juan José Domínguez se vio inmerso en un "bache de salud mental", en el que "no ves las cosas claras y te desilusionas un poco". "La cabeza se viene abajo y llega un momento que nos asustamos todo el mundo porque no veía sentido a lo que hacía, a la vida, a nada", apunta.
A pesar de que asegura que "no ha sido fácil", el hecho de ponerse en manos de profesionales le ha ayudado a ahora estar "perfecto". "Fue complicado porque no le encontraba sentido a nada", insiste el sevillano.
El torero de plata atendió las instrucciones de sus psicólogos y terapeutas durante la recuperación de "no futurizar nada" mientras se apoyaba "en gente con el mismo problema porque es donde te sientes identificado y comprendido".
"La gente de mi familia ni son profesionales ni tenían ese problema, entonces no me podían ayudar porque yo no sabía cómo explicarlo. Ha sido durillo, pero gracias a dios hemos salido de ahí", relata el banderillero.
Al mes de sufrir aquella cornada en Vistalegre recuerda que se puso a torear "con muchas ganas", pero la temporada fue "muy mal". Luego llegó la salida de la cuadrilla de Roca Rey, "una cosa que no me esperaba", tras decidir el matador de toros que "quería cambiar de aires".

Juan José Domínguez durante una faena
"De primeras no me afectó, pero ya luego cuando pasaron los meses me vine abajo. Ese esfuerzo y toda esa dedicación 24 horas a un torero, la cabeza se te va y empieza a darte mensajes malos", explica.
Esto propició "un momento en el que caes a un pozo, que no encuentras sentido a nada, no tienes ilusión por nada" y llegan los "malos hábitos". "Dejas de entrenar, no te cuidas igual, si antes te tomabas una cerveza pues ahora cuatro. Lo que es una depresión", apunta.
Preguntado si cree que se fue injusto con él, el banderillero sevillano resalta que "para nada" y añade que a Roca Rey le está "muy agradecido", además de quererle "muchísimo". "En la vida no hay nada para siempre, todo tiene un principio y un final. Llegó nuestro momento y cada uno tiene que coger su camino", garantiza.
Juan José Domínguez achaca todo a una falta de preparación para "gestionar aquello" y, precisa que Roca Rey "no era un torero cualquiera" para él. "Había estado a su lado desde sin caballo, muchos años junto a él, muchas vivencias y se echa de menos", añade.
Tras llegar Emilio de Justo con la propuesta para Madrid, Domínguez recuerda como a partir de ahí "fue todo a muchísimo mejor". "Fue como que volvían a confiar en mí, que ya lo hacían pero la cabeza me decía que no. Te dan la mano para que salgas de ahí", relata.

Juan José Domínguez clava las banderillas durnate una faena
Superado aquel bache, el 7 de septiembre de 2024 se presentó dentro de la cuadrilla de Emilio de Justo en Valladolid en una tarde que el banderillo recuerda como "muy bonita" e "histórica".
Aquel día, Emilio de Justo mató seis toros de la ganadería Victorino en una actuación que demostró la "dimensión de un figurón del toreo". "Todos íbamos muy metidos en la corrida, a apoyar al maestro y que le salieran las cosas lo mejor posible", apunta.
"Siempre un toreo de Victorino te hace estas muy metido desde por la mañana porque son corridas duras, que no son fáciles", advierte.
Juan José Domínguez, además, subraya que es una ganadería que a él le gusta porque "siempre han salido las cosas bien con este tipo de toros y he tenido buenas tardes". No obstante, también fue un toro de esta ganadería quien propició su primera cornada en Bilbao en 2015.
Reconocimiento
En cualquier caso, la "completa actuación", según el jurado, de Juan José Domínguez aquella tarde de septiembre en Valladolid le valió para ser reconocido con el trofeo taurino San Pedro Regalado a subalterno más destacado en la ejecución de la suerte de banderillas y la labor con el capote de brega.
Un premio que más allá de aquella tarde, para el banderillero es un "reconocimiento a dos años que no han sido fáciles". "A dos años de creerme que soy el mismo torero, la misma persona, que son baches que uno tiene que superar", aclara.
De esta manera, Valladolid es desde este pasado martes una ciudad que el sevillano guardará siempre en su corazón. Además, apunta que siempre ha tenido "mucho cariño" al coso pucelano porque "es una tierra que le gusta el buen toreo".
"Es un aficionado muy torerista, hay toreros muy buenos, se saborea mucho en Valladolid y hay mucha sensibilidad. Yo cuando toreo aquí me siento como en Sevilla, es una plaza y un público que sabe ver todos los detalles. Te sientes muy torero y siempre quieres hacer las cosas bien porque te lo reconocen", precisa.
Inicios
Los inicios de Juan José Domínguez en el mundo de la tauromaquia se remontan a finales de los años 90, cuando se inició en la escuela de José Antonio Campuzano, donde coincidió con Sebastián Castella.
En 1998 debutó sin caballo en Huelva, llegando a la final de las novilladas nocturnas de Sevilla en 2001 y triunfando junto a Emilio de Justo y Manuel Escribano.
Más tarde, en 2002 se estrenó con caballo en la feria de Sevilla junto a Manuel Escribano y Javier Corpas. Hasta 2005 tuvo un parón con solo un festival hasta que volvió a Sevilla para torear una novillada en la presentación de Manolo Vázquez como ganadero. Aquel día cortó una oreja.

Juan José Domínguez durante la entrega del trofeo taurino San Pedro Regalado 2024 ante la mirada del alcalde de Valladolid, Jesús Julio Carnero, y la teniente de alcalde y concejala de Cultura y Educación, Irene Carvajal Ical
Después repitió en San Miguel con una novillada de Gabriel Rojas y en octubre se presentó como novillero en Madrid con novillos de Martín-Peñato. En 2006 se puso a trabajar junto a su padre en una época en la que se desilusionó un poco, según reconoce, después de que no le llamaran para Sevilla.
Y ya a partir de 2007 fue cuando arrancó su carrera como banderillero, hasta la actualidad. Ahora, Juan José Domínguez se muestra positivo de cara al futuro de la "fiesta" y más después de la histórica puerta grande de Morante de la Puebla en Madrid.
"Lo que más me ha impresionado es la cantidad de chavales jóvenes. Lo que vi en la plaza y en los vídeos, con esa pasión. El futuro de la fiesta se ve muy bien", apunta.
Ahora bien, puntualiza que se ha "politizado un poco" y reclama que los políticos se pongan "de acuerdo en defender la cultura y dejar la libertad de que cada uno haga lo que quiera".