Zaragoza
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El 2024 finalizó con unas cifras “extraordinarias” en la compra de vivienda. Gracias a un último trimestre “fantástico y excepcional”, Aragón registró en el pasado año hasta 16.434 operaciones, el segundo mejor dato desde 2007, solo superado por un 2022 de récord. La mitad, de hecho, se vendieron en la ciudad de Zaragoza, que cierra el año casi 8.000 inmuebles, un crecimiento del 8,6%.

Una tendencia al alza que refleja una circunstancia que se está expandiendo por toda la geografía española. Cada vez más extranjeros son los protagonistas en las compras de vivienda, marcando cifras récord en Aragón, al representar ya un 8,27% de las operaciones entre octubre y diciembre. Las nacionalidades con mayor peso han sido rumanos (29,92%), marroquíes (15,32%) y chinos (5,87%).

No obstante, desde el sector niegan que esta sea una problemática, y lo vinculan con una “realidad social”, que es el incremento de población extranjera en la Comunidad. De los 1,3 millones de residentes en Aragón, el 14,1% son de nacionalidad extranjera, con 190.762 personas, según los últimos datos publicados por el INE. “Si va acompañado de buena económica y empleo, suele ocurrir esta realidad”, ha expuesto el director de la Cátedra del Mercado Inmobiliario de la Universidad de Zaragoza, Luis Fabra.

Esta tendencia de incremento de las operaciones provoca, a su vez, que los precios mantengan su tendencia al alza e incluso intensificando su repunte. De esta forma, alcanza los 1.576 euros/metro cuadrado, creciendo un 4% respecto a finales de 2023. No obstante, la vivienda usada todavía se dispara hasta un 8,6% en apenas un año, rozando los 1.500 euros.

En el último año, el perfil de personas que han comprado vivienda es "variado", con menos jóvenes, por la necesidad de ahorro, salvo que lleguen con respaldo económico. "El inversor ha vuelto a apostar por el ladrillo y menos en medios financieros. En todas las promociones tenemos inversores que compran vivienda", ha apuntado el director general de Grupo Plaza 14, Fernando Montón.

De todas estas operaciones, el 60% se han financiado con hipoteca, es decir, cuatro de cada diez se abonan al contado. Este porcentaje, de hecho, es más acuciante en Huesca y en Teruel, donde más de la mitad de las operaciones no se pagan mediante crédito bancario. La media de las hipotecas sobre vivienda en Aragón llega a los 592 euros, el 26% del salario medio, que en otros puntos del país supera el 50%.

Presencia de fondos de inversión 2a5g1y

Paralelamente, la presencia de fondos de inversión en el mercado inmobiliario está protagonizando cada vez más operaciones en alguno de los puntos más críticos del país. En Aragón, según los últimos datos, únicamente el 6% de las compras en los últimos tres meses las han realizado personas jurídicas, un porcentaje que incluso es más bajo que a finales de 2023, cuando era del 7,1%.

En cambio, desde el sector ya empiezan a percibir la entrada de estos fondos de inversión en el mercado inmobiliario aragonés, atraídos, sobre todo, por las perspectivas de desarrollo económico que se asoman en Zaragoza y su entorno. “A nivel de inversor privado o pequeñas sociedades patrimoniales, sí se está haciendo alguna inversión en Zaragoza. A nivel de grandes empresas o fondos, estamos a la expectativa”, ha apuntado el el presidente del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de Aragón, Fernando Baena.

Con ello, los empresarios conocen el “interés” de estos fondos en Zaragoza por “toda la actividad económica e inversiones” previstas para la próxima década. “Se están interesando y mirando, pero no es fácil encontrar el producto. Tendrían que entrar casi desde el principio, y no cuando ya ha habido precomercialización o primeras ventas. Este tipo de fondos les suele gustar tener edificios completos”, ha subrayado Baena.

Aun así, todavía creen que es pronto para hablar de un gran protagonismo de estos fondos en Aragón y de un impacto en los precios del alquiler. “El 70 u 80% de los aragoneses tenemos una o dos viviendas. ¿Dónde están los fondos o los especuladores? No es así. En una comunidad como la nuestra, las personas que arrendan una vivienda son normales, que complementan una pensión, han invertido en vivienda en lugar de otros temas monetarios. No cobrar el alquiler les puede suponer un gran riesgo para su economía”, ha explicado Baena.